En los siglos V y VI, tras la decadencia y caída del Imperio Romano, una tribu germánica gobernó las tierras gallegas. La convivencia entre germanos, galaicos y romanos dejó una huella en el lenguaje y la región que aún persiste hoy en día, incluyendo algunos pueblos conocidos como los Suevos.
¿Cómo llegaron las palabras y nombres germánicos a la región?
César escribió acerca de encontrarse con el pueblo suevo cuando se enfrentó a un gran ejército liderado por el rey Ariovisto ya en el 58 a.C. Durante varios siglos desde entonces, emperadores, comandantes e historiadores romanos escribirían registros de encuentros o batallas con el pueblo suevo, especialmente a lo largo de los ríos Rin, Elba y Danubio (hoy Alemania, Chequia, Eslovaquia y Austria).
En el siglo IV, el Imperio Romano estaba en declive y se dividió. Después de la Gran Persecución, Constantino el Grande se convirtió en el primer emperador cristiano y estableció Constantinopla como la nueva capital del imperio oriental. El imperio estaba dividido entre el este y el oeste, con Constantinopla y Roma como centros de poder, y el control sobre regiones remotas como Galicia disminuía.
A principios del siglo V, en el año 406 d.C., unos miles de suevos liderados por Hermerico cruzaron el Rin y se dirigieron hacia el oeste. Después de recorrer miles de kilómetros, finalmente llegaron a la Galicia actual.
Reino de los Suevos y el primer rey católico
A pesar de ser una minoría muy pequeña en la región junto a los galaicos y romanos, establecieron el Reino de los Suevos y Braga se convirtió en su capital, con territorio que se extendía por el valle del río Miño y más allá. Curiosamente, la evidencia sugiere que las élites suevas preferían un estilo de vida rural, ocupando villas romanas.
Tanto como los suevos influyeron en la región y en la población local, la región y la gente influyeron en los suevos, y las lenguas y culturas se entrelazaron. El primer rey suevo nacido en Gallaecia fue Requiario. Se convirtió también en el primer rey germánico en acuñar monedas con su nombre, y a través de su estrecha relación con el obispo Balconio, Requiario se convirtió, en el 448 d.C., en uno de los primeros reyes católicos.
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Durante alrededor de dos siglos, el pueblo germánico suevo convivió con los galaicos y romanos locales, fusionando culturas e idiomas. Poco a poco, se convirtieron al cristianismo. Las ciudades se expandieron en un esfuerzo conjunto, y se construyeron basílicas y monasterios.
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Versión original escrita en inglés con la asistencia de herramientas de 1455AI y con la documentación y referencias que se muestran a continuación. La versión en castellano ha sido generada por GPT4.
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Michel Kazanski. “The migration of the Vandals and the Suebi to the Roman West and archaeological accounts.” Acta Archaeologica Carpathica, 2020, 55, pp.197 – 214.
Széll, Gábor. «The crisis of the Kingdom of the Suebi relations with the Visigoths and the Romans (456–468).» Chronica 17 (2017): 91-99.
Martins, Manuela, et al. «The housing evolution of Braga between late antiquity and the early meddle ages.» (2016).
Wilczyński, Marek. «A Book for the King. Some Reflections on the Situation of the Roman Population and the Preservation of the Heritage of Ancient Civilization in Gallaecia and Lusitania in the 5th and 6th Centuries.» Vox Patrum 84 (2022): 51-78.
y Wikipedia: Suevi, Kingdom of Suevi, Roman Empire, Reichiar, San Pedro de Rocas
